La sesión se sale de los cánones habituales de la escena y en lugar de traernos a los clásicos del indiepop, nos propone una ensalada de high-energy, italodisco y clásicos de los megamixes ochentunos sin ningún tipo de complejo. Sonidos a los que personalmente jamás había prestado mucha atención.

Es un planteamiento de fiesta quizás muy madrileño aún para lo que nuestra ciudad acostumbra: a todo el mundo le parece una mierda, aunque yo me quedo con la copla, algo en todo eso me divierte.

2015 es el año en el que sale Music Complete de New Order, disco muy valorado entre nuestro contexto, especialmente por la canción “Tutti Frutti” que sería muy bailada durante los próximos años bajo la premisa de ser divertida por su rollo “muy italo”.

Nuevamente me quedo con la copla.

También creo que es el año en el que conozco y empiezo a entablar amistad con Curro, compañero con el que me esperaría una auténtica buddy movie

Ambos habíamos comentado alguna vez el interés por aprender a pinchar, pero un contexto tal vez algo cerrado aún de DJs locales no nos facilitaba demasiado las cosas: no sabíamos ni como se hacía.

Es 2016 y completamente alcoholizados en la puerta de la Sala Niágara mantenemos la siguiente conversación:

-Tu y yo vamos a montar un dúo de DJs
-¿Y qué vamos a pinchar?
-Italodisco
-Y… ¿cómo nos llamamos?
-Mmmm… como si fuésemos trapecistas: los Tropical Brothers

Unos meses después, una conocida de ambos comenta que va a celebrar su fiesta de cumpleaños en el pub Haddock. Le digo que tengo un proyecto de DJs, que podríamos pinchar en su fiesta. Me dice que adelante.

Escribo a Curro, le digo que tenemos nuestra primera fecha.

-¿Pero con que vamos a pinchar?
-Yo que se… con el iPad… ya pensaremos algo

Nunca en la vida hemos pinchado.

Los siguientes días nos dedicamos a recopilar en mp3 todo tipo de chatarra musical: desde Viceversa hasta Chimo Bayo

El “Día D” nos ponemos unas camisas hawaianas, nos compramos un gorro con una hélice como el del chavo del ocho, unas luces de navidad y una pistola de rayos láser de juguete. Ese será nuestro atuendo.

Metemos todos los mp3 en el iPad, descargamos una aplicación de DJ y la ponemos en modo “automix”.

No tenemos ni puta de lo que estamos haciendo: nos dedicamos a bailar y a hacer literalmente el gilipollas. La gente se descojona.

A los pocos días vamos al bar de Leo, un conocido. Le proponemos pinchar en su local en Reyes.

-Pero hay otros DJs… ¿por qué ibais a pinchar vosotros?
-Porque los demás DJs no tienen ni camisas hawaianas ni una pistola de rayos láser
-Vaya cara que tenéis… ¡contratados!

Ese día se peta y lo pasamos de cine ante el estupor del público más intransigente mezclado con el de los que nos siguen el juego.

Es cuando empezamos a acuñar la frase: “otro éxito de los Tropical Brothers”

En este punto, somos conscientes de que lo que hacemos no sienta del todo bien a parte de la escena santanderina. Seamos honestos: tampoco mal, pero sentimos que lo asumen como una especie de tontería pasajera.

Pero, parafraseando a Javi Cantero: cuanto más aceleramos, más calentitos nos ponemos. Y no hay cosa que nos divierta más que saber que nuestro intrusismo escuece un poquito.

Así que, con más cara que vergüenza: nos venimos arriba y empezamos a colarnos a pinchar allá donde nos dejan.

De este modo, como decimos nosotros, la movida “se nos va de las manos” y terminamos comprándonos nuestro propio equipo para pinchar y poco a poco aprendiendo sobre la marcha a hacer mezclas. También terminamos pinchando en festivales e incluso saliendo alguna vez a pinchar fuera de Cantabria.

Con el dinero que sacamos, montamos algún evento como el Electrococo en el que participó @Paroxia o el Juguetefest junto a Cruz Roja, probablemente lo más bonito que hemos hecho:

insonoro.com/cronica/4418/repi…

04/01/2020: Repion + Mehnai + Tropical Brothers - Santander

Sábado 4 de enero, primer fin de semana del 2020 y a pocas horas de una de las noches más esperadas por los

^Insonoro.com

La gente cada vez va acostumbrándose más a nuestra presencia y lo que en principio no es más que una mamonada puntual, termina siendo algo que se asume como normal dentro del contexto local.

Con los años vemos como a nuestro alrededor, cada vez más gente nueva se anima a empezar a pinchar música en cualquier sitio.

Y también como lo “mamarracho” empieza a ser un estándar que no solo ya no sorprende demasiado, si no que el público reclama con vehemencia

Pasada la pandemia, también vemos como la escena independiente local se fragmenta un poco. Lo que antes era un colectivo pequeño pero bastante fiel, ahora no es más que una multitud algo individualista, dividida en grupos que raras veces coinciden en el mismo lugar.

En este contexto, las pinchadas de Tropical Brothers cada vez se espacian más, y empiezan a dejar de ser divertidas. En parte porque en el fondo: no queda nadie a quien molestar… ni siquiera un poco 😁

Así es como el pasado 12 de octubre, decidimos que la del festival Indiferente sería nuestra última pinchada. Nunca lo anunciamos ni lo planteamos así. Empezamos sin que nadie lo pidiese y pusimos así fin a una etapa muy divertida y llena de historias, pero que consideramos que ya no tiene sentido a día de hoy.

Porque en el fondo siempre hemos necesitado de la escena independiente: y eso es lo que ahora queremos apoyar y potenciar.

Así que igual esto no es un “Fin” si no un “Continuará” 😀

Y ya está! Espero que os haya gustado esta historieta local. A mi la verdad que me ha gustado contárosla y además se la había prometido hace tiempo a @miguelespigado

Y también que os anime a conocer las historietas locales de vuestras comunidades, porque os aseguro que siempre, siempre están pasando cosas 😀